sábado, 18 de abril de 2020

Dicen que preguntaste por mí.


Dicen que preguntaste por mí. 

Turon 2018
Si, yo también te extraño. Me cuentan que tus gentes aguardan en sus casas y tú luces lleno de flores silvestres, de mariposas y de abejas, tus iglesias conversan frente a frente y rezan para detener esta pandemia. Tus calles empedradas ahora permanecen desiertas, tan sólo camina el aroma de azahar de los naranjos, alguna señora que sale presurosa a por una onza de pan recién horneado. Creo escuchar el gorjeo de esa multitud de pájaros que se posan en la fuente de la plaza del Ayuntamiento, en las barandas de los balcones, en los poyetes de las casas y en los balates que suben camino a la ermita de Santa Lucía, seguro se detienen a beber el agua del lavadero de piedra que baja desde la mina.

Si, yo también pregunto por tí. Buscaré mi sombrero nuevo, mi copa vacía  y volveré.

domingo, 12 de abril de 2020

Cuando la tormenta pase...

Vino dulce, de uva moscatel, en la Axarquía Malagueña
Cuando la tormenta pase
Y se amansen los caminos
y seamos sobrevivientes
de un naufragio colectivo.
Con el corazón lloroso
y el destino bendecido
nos sentiremos dichosos
tan sólo por estar vivos.
Y le daremos un abrazo
al primer desconocido
y alabaremos la suerte
de conservar un amigo.
Y entonces recordaremos
todo aquello que perdimos
y de una vez aprenderemos
todo lo que no aprendimos.



Ya no tendremos envidia
pues todos habrán sufrido
Ya no tendremos desidia
Seremos más compasivos.
Valdrá más lo que es de todos
Que lo jamas conseguido
Seremos más generosos
Y mucho más comprometidos
Entenderemos lo frágil
que significa estar vivos
Sudaremos empatía
por quien está y quien se ha ido.
Extrañaremos al viejo
que pedía un peso en el mercado,
que no supimos su nombre
y siempre estuvo a tu lado.

Y quizás el viejo pobre
era tu Dios disfrazado.
Nunca preguntaste el nombre
porque estabas apurado.

Y todo será un milagro
Y todo será un legado
Y se respetará la vida,
la vida que hemos ganado.

Cuando la tormenta pase
te pido Dios, apenado,
que nos devuelvas mejores,
como nos habías soñado.


Mario Benedetti