miércoles, 6 de junio de 2018

El tonel de Diógenes

 Diógenes Laercio fue un filósofo e historiador griego del siglo III de nuestra era. 
Diógenes el Cínico, hijo de Iseco, banquero, nació en Sinope, ciudad de Paflagonia, a principios de la Olimpiada 91. Fue acusado con su padre de haber hecho moneda falsa. El padre fue preso y murió en la cárcel. Diógenes se llenó de miedo, y se escapó a Atenas. Al llegar a esta ciudad se fue a presentar a Antístenes, que le recibió muy mal, y aun se sirvió de un palo para arrojarle de su casa, pues no quería tener discípulos, y Diógenes deseaba serlo suyo. Diógenes no se desanimó, bajó la cabeza y le dijo; «Dame de palos si quieres, pero nada basta a alejarme de ti.» Antístenes cedió a tanta tenacidad y consintió en enseñarle. ( Biblioteca del pensamiento François Fénelon ) Picar AQUI para seguir leyendo

Escribió una obra monumental, Vidas…de los filósofos más ilustres, conservándose en gran medida en la actualidad. Él había  recogido datos, anécdotas, investigando  en archivos de la época, consiguió hacer una recopilación de diferentes filósofos y autores interesantes en aquella época.

Pidió a un amigo que le diese un rincón de su casa, para retirarse a él algunas veces, pero viendo que tardaba en responderle, tomó un tonel que le sirvió de habitación.Dicen que vivía en un tonel, desposeído de todo y a la vista de todos.  Convencido que el hombre es libre cuando elimina al máximo los deseos y reduce al mínimo las necesidades.Personas como Diogénes han existido siempre, las admiramos por la coherencia entre lo que se predica y lo que se hace.
Diógenes vivía pobremente, como un hombre desterrado de su país y que no recibía auxilios de nadie.
De Diógenes se cuenta que Alejandro Magno, movido por la fama del filósofo, fue a visitarlo en una de las plazas de Corinto y al comprobar su indigencia le dijo: “Soy el rey. Puedo darte todo lo que me pidas”. Diógenes respondió: “Muy bien. Te pido que te marches porque tu sombra me está hurtando el sol”.

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